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sábado, 24 de diciembre de 2016

Felices Fiestas


Me siento muy agradecido a toda la gente de todo el mundo, que viene aquí a leer aquello que escribo, y hoy es el momento de dar las gracias. 

Gracias por creer en lo que hago.
Gracias por leer lo que escribo.
Gracias por comentar, por compartir lo que construyo.

Muchas gracias, infinitas gracias porque nunca quise llamar la atención. Siempre intenté pasar desapercibido, aunque siempre quise escribir lo que hago para quienes lo hago. Un grupo de personas llamadas así mismas SuperVivientes que se han convertido en uno de mis grandes faros en la vida.

Desde Granada, desde mi casa, desde mi rincón de escritura, infinitas gracias.





Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 AO 04033.
AGDEM
Granada, España.
24 de Diciembre de 2016

lunes, 12 de diciembre de 2016

Síntomas Psicológicos y Emocionales de la Esclersosis Múltiple: ESTRÉS

Estrés, conceptualmente un término que usamos en demasía para hacer notar que estamos bajo la influencia de estados poco controlables y confortables por y para nosotros mismos. Pero el estrés es mucho más. Y tanto, que si no se conceptualiza bien este término, su influencia real sobre el organismo quedará banalizada, ridiculizada y descontextualizada. El estrés es más que un estado de nervios, de ansiedad o de agitación. Es un estado que puede acabar convirtiéndose en una enfermedad.

Quizás la importancia que se resta al Estrés se deba a que está asociado a un sentimiento. Recordamos aquí que el sentimiento es el componente mental, es decir el pensamiento que se deriva de las emociones, como se explicó en la entrada "El brote y su proceso decisional"
Y sabemos que aquello que se relaciona con los pensamientos, las emociones y por tanto la mente, en ocasiones se trivializa como si fuese algo que se sabe que existe pero que es aquello a lo que se recurre cuando ya no queda más remedio, para dar explicación a algo que sabemos que está pasando y no podemos explicar bien. Nada más lejos de la realidad. No hagamos del #Estrés un cajón de sastre.

¿Qué es el Estrés?

El estrés es un estado físico, mental y conductual que ponemos en marcha las personas cuando necesitamos hacer frente a una situación que nos desborda por sus demandas, y para los cuáles nos vemos escasos de recursos. Es por tanto un estado que percibimos cada uno de forma diferente aunque la situación estresante (estresor) sea la misma. Es decir dos personas pueden percibir una situación estresante de forma totalmente diferente, lo que implica que el factor que determina la percepción del estrés en sí no es la situación generadora de sobredemanda, sino las características propias de cada uno para hacer frente, los recursos físicos y mentales para solucionar o hacer frente a la situación estresante y a su estresor. La percepción negativa del estrés, la vivencia subjetiva de la situación generadora del estado estresante, se llama distrés.

Pero el estrés, independientemente de que suponga un gasto para nuestro cuerpo y mente de recursos para hacer frente a una sobredemanda, estresor, no siempre ha de ser negativo o distrés. Existe por tanto un estrés positivo, al igual que existe el negativo. Sin embargo nos vemos emocionalmente influenciados más por el distrés que por el estrés positivo, al que afrontamos dando importania por haberlo superado, mientras no ocurre así con el negativo.

Estrés o Ansiedad.


De forma que estrés o distrés es cuando estamos expuestos a una situación a la que tenemos que hacer frente, mental o físicamente y que resulta amenazante para nuestra integridad. Esa amenaza surge de la valoración que hacemos sobre si tenemos o no recursos en ese preciso momento para afrontarla y neutralizar la situación que nos amenaza, independientemente de que hasta ahora sí la hayamos tenido.

La diferencia entre estrés y ansiedad es que en ocasiones el estresor no está presente, es decir la persona no está expuesta a situaciones sobredemandantes de recursos físicos y mentales a los que no pueda hacer frente, pero el estado emocional de tensión, angustia, insomnio, sobreingesta, irritabilidad, tensión muscular, irritabilidad estomacal, etc que ha provocado el estrés permanece.

Por tanto la Ansiedad es un estado físico, mental y conductual que se produce cuando la persona No está expuesta a su estresor, pero teme que este aparezca. Ese temor es un pensamiento anticipado que lleva a la persona a valorar una posible reacción suya si estuviese ante la situación amenazante. Y si la persona se ve por el motivo que sea, falta de recursos para hacer frente, aunque sea en la imaginación de su pensamiento a la situación amenazante, la Ansiedad aparecerá.


¿De qué depende que una situación sea estresante para mi?

La vivencia subjetiva de una situación emocionalmente negativa o de distrés depende de varios factores, pues no olvidemos que la forma de afrontar la situación estresante es única en cada persona. A groso modo estas son las condiciones que hacen que para ti, una situación pueda ser estresante y por lo tanto puedas exponerte a tu estresor.


¿Dónde se encuentran nuestras amenazas? ¿Qué nos estresa en Esclerosis Múltiple?

Generalmente el mayor número de estresores es de carácter social. El aspecto físico contiene también un gran componente amenazante y en el mundo de la esclerosis múltiple, el estresor principal que la persona identifica es de carácter físico, la incertidumbre de qué ocurrirá en el futuro con la enfermedad, es el estresor más identificado. Sin embargo, al igual que en la población general no afectada, el componente social es también un estresor de alta intensidad. Si a la incertidumbre de no saber qué ocurrirá en el futuro, le sumamos cómo interferirá la enfermedad en la vida de la persona afectada y en consecuencia en la de sus familiares y personas más querida, qué duda cabe que el componente social es un estresor muy a tener cuenta. Aquí os recuerdo que el período medio que una persona tarda en comunicar socialmente a su entorno que está afectado por esta enfermedad está en torno a los cuatro años, nos hace imaginar la magnitud del componente social en la enfermedad y por tanto en la persona afectada.

En la esclerosis múltiple el componente físico es prioritario. La persona afectada es consciente de cómo se ve de afectada físicamente, según su grado de afectación por la enfermedad. A este grado de afectación le contrapone el grado de preservación, es decir qué grado de autonomía funcional presenta en su día a día. La diferencia es el nivel de conciencia sobre cómo repercute la enfermedad físicamente en su vida diaria. Un criterio objetivo que la persona intenta enmascarar subjetivamente en algunas ocasiones, y en otras superar e intentar neutralizar. No ocurre lo mismo, cuando el componente físico afecta al componente social. En la afectación social de la enfermedad, la persona es consciente y generalmente no tiende a negarla, a no ser que la afectación repercuta en su esfera más íntima y personal. De forma que generalmente ante el estresor o amenaza social derivada de la enfermedad, la persona intenta subjetivamente no vivenciarlo, no exponerse a él o como decimos en Psicología, huir de la situación.

¿Qué hace nuestro cuerpo cuando está estresado?


Tal vez, un ejemplo sirva para explicar gráficamente lo que quiero contaros.
Supón que eres un PC. Y ahora supón que tu usuario intenta que ejecutes 10 programas al mismo
Conducta de huida del PC
tiempo. Supón además que tu capacidad para usar la  memoria de trabajo es limitada, 2gb. Y mientras tu usuario ha ejecutado 10 programas, navega, ve Youtube, sube fotos a instagram, etc, etc.
Tú que eres el PC, en un momento determinado has consumido tus recursos de memoria. Mientras abrías cada programa, el antivirus se ejecutaba para no resultar infectado por la navegación en red. Has logrado abrir 3 programas, pero el resto están ahí, dándole vueltas al reloj hasta que logre abrirlos del todo. o No.
En ocasiones, el PC, es decir tú, no puedes abrir más programas y entonces pones en marcha tu conducta de huida. El ordenador acaba quedándose bloqueado.

Con este ejemplo, lo que he intentado ilustrar es que un organismo estresado lo único que hace es gastar recursos de forma ineficiente. Ese gasto innecesario de recursos para hacer frente a una sobredemanda, hace que finalmente, el organismo, la persona, acabe huyendo de la situación. Huir de la situación genera tranquilidad al organismo a corto plazo, ya que si no hay amenaza no hay peligro. Sin embargo pasaremos a temer la aparición de la amenaza y por tanto pasaremos de sufrir estrés a sufrir un trastorno de ansiedad.

¿Qué elementos se están presentes en el estrés?


La respuesta de estrés, es decir de lo que tú eres consciente cuando te sientes amenazado por algo o alguien, pone en marcha diferentes mecanismos que intentaré resumir a continuación para explicar cómo se vivencia subjetivamente el estrés.

Cuando nos sentimos amenazados por algo, cuando nuestro componente emocional se vuelve inestable por no saber hacer frente a una amenaza o estresor, a veces estresores, pueden ser varios, nuestro cuerpo a través de sus sistema neuroendocrino prepara físicamente a nuestro cuerpo, generándole tensión para preparase de forma natural y adaptativa con una respuesta de huida.
La primera valoración que hacemos es huir de la situación amenazante. En ocasiones esto puede ser una buena elección, pero cuando la situación de huida es mantenida como única respuesta, genera en la persona un coste excesivo con una alta repercusión sobre su salud.

Mientras tanto nuestro sistema psicofisiológico prepara simultáneamente a nuestro organismo y de forma paralela para que pueda ejecutar la respuesta de huida que está valorando. Lo hace aumentando su presión sanguínea, más sangre a la musculatura, aumentando la tasa cardíaca, más latidos por segundos y aumentando la tasa de respiración, más oxigeno para el corazón que ha de latir más rápido.

Nuestro cuerpo está preparado para escapar de la situación amenazante. Entre tanto nuestra mente, nuestro componente psicológico comienza a realizar sus propias valoraciones sobre la amenaza en sí, los recursos que tenemos para hacerle frente y la proyección de cómo saldremos de esa situación amenazante.
El Miedo es la emoción asociada a la percepción de una situación amenazante, pero la frustración, la ira, la irritabilidad, la irascibilidad, etc son sentimientos asociados a los estados derivados del estrés a nivel emocional. Desde la percepción cognitiva, la alteración de la atención selectiva, la memoria a corto plazo, la agilidad mental, y la inseguridad o indecisión son los factores cognitivos más propios del estrés. Mientras a nivel conductual, la agitación, el nerviosismo, la aparición de conductas compulsivas (fumar, comerse la uñas, tirarse del cabello) son rasgos de conducta que denotan que estamos bajo estados estresantes. Por último y no por ello menos importante, a nivel somático, el cuerpo vivencia la percepción del estrés con irritabilidad intestinal, tensión muscular y contracturas, problemas del sueño, insomnio, desvelos nocturnos, etc nos pueden hacer pensar que estamos bajo estados de estrés.


En el diagnóstico de enfermedades crónicas, y por ende en el diagnóstico de esclerosis múltiple, sufrir estrés es algo que entra dentro de lo esperable. Esperable porque hasta ahora tu mente tenía recursos para gestionar mejor o peor sus amenazas cotidianas, el trabajo, la situación económica familiar, los proyectos de futuro, problemas de pareja, con los hijos, con el jefe, etc. Desde el momento del diagnóstico, la mente se enfrenta a situaciones para las que no tiene control por ser nuevas para ella, por tanto a situaciones que valora en un principio como amenazas y ante las cuáles se ha de aprender a neutralizar a través del aprendizaje ensayo error.
El carácter incierto del término progresivo de la enfermedad, genera un pronóstico incierto que sustenta todas las incertidumbres posibles, preguntas para las que por el momento no hay respuesta. Esas amenazas pasan de ser estresores, de ser amenazas en sí por estar ante ellas, a ser amenazas temidas, que aunque no están delante de ti en ese momento, mentalmente las construyes y con dicha construcción mental de ese miedo, alteras fisiológica, cognitiva y conductualmente tu estado emocional. Por tanto superar la línea de padecer estrés a padecer ansiedad, es muy fácil. Y además puedes sufrir ansiedad y además estrés. Por ejemplo, una situación estresante puede ser tener que ir al hospital a recibir la medicación, por ejemplo Tisabry. De forma que durante el tiempo que estés recibiendo la medicación en el hospital puedes estar expuesto a sufrir estrés por estar delante justo de tu estresor, hasta el mes que viene.

¿Que sabemos del Estrés en la Esclerosis Múltiple?

El estrés emocional de alta intensidad, el que está asociado a situaciones vitales para ti, puede ser un predictor de brotes en la esclerosis múltiple remitente recurrente. Sí el llamado estrés vital, el que sufrimos ante la noticia de un acontecimiento esperado o no, por ejemplo la muerte de un familiar, pero de alto componente emocional para nosotros puede ser el precipitar y desencadenar el brote.
Generalmete ante una situación emocional como la descrita, el factor precipitador del brote no se da justo en la situación estresante, sino que se da días después. El distrés actuará como un agotador de todos tus recursos y cuando tu sistema está bajo mínimos el brote, brotará.

Y el estrés además de precipitar brotes, puede actuar como mantenedor de los síntomas que el brote generó, de forma que a pesar de los ciclos de bolos de cortisona intravenosa u oral, y considerando que el proceso de inflamación mielínica se haya contrarrestado, la remisión del brote no es tan rápida ni tan limpia bajo estados de distrés emocional o estrés vital.

Y además, cuando el estrés está cronificado en la persona afectada, la remisión completa y por tanto la posibilidad de secuela es mayor que cuando no estamos bajo la influencia del estrés.

De forma que sabemos que el estrés, de una forma u otra, afecta a nuestro organismo. Sabemos que minimiza el funcionamiento de nuestro sistema inmune. Espero que esta lectura te haya sido ilustrativa a la hora de comprender el impacto que el estrés tenga en la fase de brotes en la esclerosis múltiple remitente recurrente, es clave para comprender cómo puede resultar afectado el proceso de enfermedad por los trastornos psicológicos asociados.



En unos quince días, se colgará la entrada de cómo podemos contrarrestar el estrés. Hacerlo en esta misma entrada puede hacer de la misma que sea excesivamente extensa. De forma que dejaremos esta primera parte como la que conceptualiza el estrés como un sentimiento amenazante para el que no tenemos recursos que puedan neutralizarlo. Estar ante esta amenaza o estresor, influye notablemente en la salud. Y para finalizar este resumen, es preciso diferenciar el estrés de la ansiedad. En esta última, no hay estresor al que estés expuesto pero temes su aparición.



Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 AO 04033.
AGDEM
Granada, España.
10 de Diciembre de 2016

jueves, 17 de noviembre de 2016

Sintomas Psicológicos y Emocionales de la Esclerosis Múltiple. La IRASCIBILIDAD

“En ocasiones me levanto con la energía suficiente para hacer cosas, sin fatiga, pero ese estado no me dura mucho tiempo, y en seguida me creo que no merece la pena intentarlo. No es por cansancio es algo emocional que siento y no puedo controlar. ¿Me ocurre algo grave? J.N.

La Irascibilidad.


De las cosas que menos conocemos de nuestro propio ser, son el mundo de las emociones. Últimamente se hablar mucho de ellas y las personas en general están empezando a conocer cómo se expresan las emociones y qué logramos cuando las expresamos. Además hacemos esfuerzos por enseñar a las personas a identificarlas, a saber qué emoción es la que se siente y cómo expresarla de forma coherente con el afecto determinado.
Resultado de imagen de irascibilidadSin embargo a pesar de los esfuerzos que las personas realizan para conocerse más y mejor, siempre en el mundo de las enfermedades crónicas, y en el de la esclerosis múltiple también, siempre digo; hay una causa prioritaria que intenta explicar, a veces erróneamente, lo que está provocado por las emociones.

De forma que es lógico por una parte, que ante el baile emocional que una persona pueda sentir en determinadas ocasiones, se establezca que lo que le ocurre está provocado por su enfermedad física, por sus síntomas, secuelas, etc antes que tener una explicación emocional o psicológica. De forma que no todo es fatiga, ni todo es cansancio, ni todo es falta de energía o fuerza, o cambios estacionales. Hay muchas más cosas capaz de explicar lo que ocurre.

La Irascibilidad es entendida como la fluctuación de las emociones que sentimos ante situaciones que posiblemente antes no nos hicieran sentir nada relevante, ni reaccionar emocionalmente de forma que fuésemos conscientes de esa emoción. Generalmente la irascibilidad ha sido entendida como la progresión de emociones negativas que en cascada llevaban a la persona a encolerizarse de forma incontrolada. Sin embargo, y además de dar por válida esta acepción, en esta entrada tararemos la irascibilidad no cómo la progresión de las emociones negativas hacia estados coléricos o de ira, sino que también la entenderemos como el paso a otras emociones opuestas. Es por tanto un estado fluctuante y no estable donde las emociones pueden sentirse provocando que la persona pase de estados por ejemplo de tristeza a alegría en poco tiempo. Este es el concepto amplio de irascibilidad y así lo explicaremos a continuación.

Por tanto, vamos a intentar explicar a continuación...

¿Por qué ahora estamos más sensibles emocionalmente? 

Siempre hemos sentido las emociones, y siempre has tenido que emocionarte ante determinadas situaciones. Lo que está ocurriendo, y es totalmente normal que ocurra así, y por tanto no has de esforzarte en que no suceda, lo que está ocurriendo como digo es que tu mente está aprendiendo continuamente a gestionar situaciones que antes tenía absolutamente bajo control por aprendizaje, es decir, tú sabías realmente que situaciones te generaban un tipo de emociones y cuáles no.

Sabías por tanto qué situaciones de tu vida diaria te generaban miedo, y aprendiste a controlar y neutralizar ese miedo. De forma que cuando lo sentías tu mente gestionaba por aprendizaje casi automáticamente sus recursos para que tú no sintieses miedo. Cuando las emociones que sentías fuesen de tristeza, sabías perfectamente cómo hacer frente a ellas y cómo no sentirlas porque aprendiste o bien a expresarlas o bien a no exponerte ante lo que te generaba tristeza. Cuando tuviste que expresar alegría, la expresabas con total normalidad, sin necesidad de control, tan sólo la expresabas porque aprendiste que era bueno para ti. Y por último y no menos importante, cuando expresabas la ira, aprendiste a discutir con ella, a sentir las frustraciones que te generaban y a neutralizarlas con la reconciliación, el perdón, o tal vez aprendiste a no discutir más de forma tan airosa a través del auto-control.

Tu mente por tanto, a lo largo de tu vida, como si fuese un disco duro, almacenaba aprendizajes donde tú te exponías a situaciones emocionales para ti, y grababa en su memoria cómo hacer frente y por tanto expresar cada una de esas emociones en situaciones similares y de muy diversos tipos.

Sin embargo, nunca nos hemos enfrentado a situaciones nuevas, que escapan al control tuyo y por tanto de tu mente. Hasta el momento no hemos tenido que aprender a controlar y gestionar nuestras emociones ante situaciones tan intensas. El diagnóstico clínico de esclerosis múltiple como el de cualquier otro diagnóstico crónico y progresivo, no genera nuevas emociones, sino que expresa las mismas, con algo más de intensidad y ante situaciones nuevas, por ejemplo ante la incertidumbre de qué ocurrirá con nosotros. Antes también tenías este pensamiento, pero tus emociones eran positivas, porque tu pensamiento era esperanzador. Ahora ante ese pensamiento dramático, triste y desesperanzador en tu mente, es obvio que sientas algo, aunque tal vez, incluso familiarizado con la emoción, no lo estás con el pensamiento que la ha evocado. Lo que ocurre es que la intensidad de la emoción y del sentimiento no son del todo como la mente y nosotros mismos lo esperábamos, escapando por tanto al control que habíamos aprendido a ejercer en el pasado ante situaciones similares. 

Además a esa intensidad, se le ofrece un nuevo horizonte, todas las preguntas que te haces no tienen respuesta y en el caso de que la tengan, no es la respuesta que tú querías, o no quieres que sea esa respuesta. Y claro ante este descontrol de pensamiento en espiral, tu mente confundida previamente por la intensidad de la emoción, no sabe qué hacer y emocionalmente por tanto, se siente sobrepasada por algo aparentemente desconocido, lo que sin duda genera frustración. Esta pérdida de control hace que la mente, tenga dos frentes abiertos, una intensidad emocional no conocida y un nuevo estado derivado, la frustración, que además se da en un contexto diferente al que estábamos entrenados casi automatizados, para su control. Esa pérdida de control tú la vivencias con esos altos y bajos emocionales tan característicos, tal vez en el mismo día, o incluso en la misma hora, provocan ese baile emocional al que hemos definido irascibilidad.

Tu mente se ha venido abajo, y tú con ella. Ese estado de frustración a su vez genera estados de irritabilidad, agresividad proyectada hacia algo o alguien que pueden acabar en episodios de ira. Por tanto, hemos pasado de controlar las emociones casi automáticamente a vivenciar diferentes estados emocionales, que aunque conocidos aparecen simultáneamente porque la realidad en la que nos ha tocado vivir, sin querer vivirla, nos ha sido impuesta. 

Pero como dije anteriormente la irascibilidad puede llevarte de un estado colérico a un estado de tranquilidad e incluso alegría. Estos cambios tan bruscos en el estado anímico la persona los siente conscientemente pero negará que esté siendo afectado por ello. Sin embargo, dichos bailes emocionales serán observados por las personas cercanas, que generalmente se concentrarán en la irritabilidad por ser lo más llamativo "el nunca era así, creo que neciesta ayuda, pero dice que está bien"
De forma que los amigos o familiares cercanos, la pareja o incluso los hijos verán el estado irritable, mientras que la persona afectada por la enfermedad verá la frustración. Y la frustración la persona no la identifica como un sentimiento derivado de una emoción, sino que lo intentará justificar como impotencia. Pero cuando le pregunto ¿por qué sabes que es impotencia lo que sientes? generalmente no pueden contestarme. Aprietan los puños, intentan controlar el llanto y su leguaje facial se tensa. Eso todo eso es la expresión contenida de la irritabilidad. Es como querer gritar, pegar un puñetazo en la mesa o empezar a soltar tacos hasta desahogarse.

La irascibilidad una gran desconocida. Y puede ocurrir que además justo de un momento de extrema tensión por lo descrito anteriormente, la persona pase a relajarse a estar alegre y tranquila en poco tiempo. Cuando esto sucede, la persona piensa para si misma ¿algo me está pasando? pero no lo comparte con nadie. Es por decirlo así su primera introspección, su primera búsqueda en el interior y su primera respuesta, "tal vez necesite ayuda". Pero no lo comparte con nadie. Espera que el tiempo pase y esto desaparezca. Y cuando esto sucede, la persona intenta justificarlo todo, y es lógico hacerlo, buscando razones físicas derivadas de la enfermedad, estrés, una percepción de hormigueo que antes no tenía, mayor cansancio etc... pero nunca piensa que pueda deberse a que emocionalmente tenga un conflicto por resolver. Aprender a gestionar las emociones ante su nuevo horizonte. Y mientras tanto, la familia, los amigos, la pareja, hijas, hijos etc empiezan a observar ya no la irritabilidad, sino un cambio en su estado anímico.

Y claro, cuando los familiares, amigos, parejas etc intentan gestionar una ayuda, la persona reacciona negativamente. ¿que me estás diciendo, que estoy loco? Esa forma de defenderse, indica miedo. Miedo que se ha de sentir y es natural sentirlo. Ese miedo se debe a que la persona que aprendió a controlar la sintomatología física de su enfermedad, ha empezado a observar que emocionalmente y psicológicamente la enfermedad también le está afectando, y ¿cómo se soluciona esto? ¿será temporal y pasajero? ¿podré yo con ello?...

De forma que un grano de arena sí puede hacer una montaña. Y la montaña se ve cuando acumulas granos insignificantes de arena, cuando acumulas y no compartes los estados emocionales, los miedos, las angustias, las incertidumbres, etc... Y cuando esto sucede, la persona afectada tiende a aislarse comunicativamente intentando mostrarse serena, pero in-comunicativa. "está más tranquilo, pero no habla" A veces la persona afectada calla por no preocupar a los demás, pero eso no implica que su preocupación se desvanezca, sino que se duplica.

La irascibilidad, un síntoma a tener en cuenta porque detrás de él en cascada aparecen más. La mente necesita expresar lo que siente, aunque sea miedo por no poder controlar todo lo nuevo que está sintiendo. Si no lo hace llegará un momento en el que se vea sin recursos y entonces sobrepasada por todas las demandas, internas y externas. Cuando eso suceda y sin experiencia previa, la persona conocerá la ansiedad, la crisis ansiosa, que jamás nunca antes había tenido, o sí, y que abre un abanico de incertidumbres en forma de pensamientos reiterados, a veces incapaz de controlar.

En silencio de tu intimidad más invulnerable eres consciente de este cambio, sabes que algo está sucediendo, piensas en la ansiedad, sientes la impotencia, la rabia la frustración y expresas el llanto. Pero ante los demás quieres ser fuerte. Y tu mente no sabe por qué estando tan mal intentas hacer ver que estás muy bien. Entra en conflicto y como si fuese un ordenador saturado, se reinicia solo. He aquí la crisis de ansiedad.

Y de la Ansiedad, hablaremos próximamente.




Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 AO 04033.
AGDEM
Granada, España.
12 de Diciembre de 2016


domingo, 6 de noviembre de 2016

HASTA LA VISTA, JANO.


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No quería que terminase el día sin escribirte Jano. 

Me enseñaste que todo lo que hacía tenía sentido, que verdaderamente cada segundo cuenta y es irrepetible. Ingenuo de mi, que valoraba el día y no el tiempo que vivía a lo largo de ese día. Me enseñaste a ser feliz, porque aunque yo me sentía feliz, aprendí a serlo desde cero. Ingenuo de mi que descubrí que la felicidad que sentía era incompleta, pues se me escapaban miles de cosas que creía que podría recuperar  en otro momento. Me enseñaste que los problemas eran oportunidades. Ingenuo de mi que quise superarlos definitivamente y no aprender de ellos. 

Cuantas cosas me enseñaste Jano en tu vídeo. Tu historia llegó a la mía en forma de mensaje privado. Ahí tuve mi primer contacto contigo Jano, desgraciadamente no con la #Ela. Tu vídeo, Tú representas para mi, toda una lección de vida. Recuerdo que me preparé para ver el vídeo, imaginaba qué podría encontrarme. Ingenuo de mi, otra vez. Y te vi, y te miraba, te escuchaba recordando a otra persona que como tú reía a la vida pese que yo mismo lloraba. Y lo vi con tantas lágrimas en los ojos que estos se me cerraban, así que dejé de mirar para or tu voz. Esa fue otra lección

Y recuerdo que la impresión que me llevé fue tal que escribí sobre ti y tu lección de vida. También te escribí a ti. Quería conocer a alguien verdaderamente grande, grande por su proeza, grande por empequeñecerme por mis trivialidades, importantes en su momento sí, pero vacías al fin y al cabo.

Hace 8 años me enfrenté por primera vez a la Esclerosis Amiotrófica Lateral, #ELA. Ahora mismo en mi mente hay 3 personas que luchan sin rendirse ni un sólo segundo, como tú nos enseñaste. En mi memoria está José Petri, un amigo que me hizo saber cómo es cada segundo de vida vista con otros ojos, vista con la mirada de aquellos que desean vivir intensamente cada segundo porque cada segundo que se viva morirá inmediatamente después. José, Pepe quería reunir cada segundo y necesita muchos segundos para poder hacer y estar todo el tiempo posible. Y lo estuvo, desafiando incluso a la esperanza vital de esta maldita enfermedad, sorprendiendo a todos, se aferró a la Vida hasta agotarla definitivamente, y no al revés. Quiero vivir, me decía Pepe, cada vez que nos veíamos. Vivirás Pepe, en cada uno de nosotros, le decía yo.

Eso me ha pasado contigo Jano, parte de ti vivirá en mi desde que en 2014 tu historia llegó a la mia. Y como en mi, en muchos otras personas, no me cabe duda.

Ayer recibí otro mensaje privado hablándome de ti. No pude terminar de leerlo.

Un fortísimo abrazo a su familia, y a sus amigos.



Alberto.


Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 AO 04033.
AGDEM
Granada, España.
10 de Diciembre de 2014

viernes, 4 de noviembre de 2016

EL EFECTO ARROYO.


Hoy es 4 de noviembre de 2016. Hoy se estrena la película #100metroslapelicula. 

Ya sabéis de que va la película, la gesta enorme de Ramón Arroyo @rarroyoes, en la película Dani Rovira @DANIROVIRA, que no sólo desafió al curso y pronóstico de la enfermedad, sino que también se desafió a sí mismo, y según creo yo esa es la verdadera heroicidad que Ramón ha logrado.

Creer en sí mismo pese a la adversidad, fijarse la meta en función de la dificultad e interiorizar que pese a todo, lo que Ramón creía era lo verdaderamente importante, de ahí su lema rendirse no es una opción. Esa frase mágica que otros hemos construido de otras formas, representa la importancia psicológica y emocional de las Creencias en la estructura psíquica de cada uno.

Y sí, Ramón lo hizo y fue posible, aunque también duro.

El efecto Arroyo no es el #Iroman. El efecto Arroyo se basa en trasladar su gesta a la vida de cada cual, según las circunstancias vitales de cada cual, según la condición física y mental de cada cual.
Personas afectadas hay miles, desgraciadamente. Y miles son las vidas y sus circunstancias. No se trata de estar en forma física, ni de practicar deporte, ni de lograr cosas mientras el cuerpo lo permita. No, no es eso. Cuando Ramón dice que cada cual construya su Iroman, lo que yo interpreto que realmente quiere decirnos, es que te desafíes a ti misma, a ti mismo, que recuperes tu creencia en ti y que aquello que ayer mismo se hacía imposible lograr, mañana se intente. Y que lo intentes tantas veces como sea necesario, con derecho claro está, a abandonar, pero como dije un día, con el coraje de retomar aquello que dejaste, donde lo dejaste.

Ramón ha intentado hacer llegar a todos que el curso y pronóstico de esta enfermedad #EsclerosisMúltiple puede ser impredecible, pero que también es impredecible la fuerza de la persona afectada cuando recobra su creencia en sí misma.
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Pero el efecto arroyo es mucho más que eso. Hoy, y desde hace prácticamente un mes, el mundo habla de esta de enfermedad, nuestro mundo claro está. Soy persona de leer prensa y de oír noticias, y hoy hay más noticias de esclerosis múltiple, que el propio día mundial de la esclerosis múltiple.
Y qué importante es que hablen de ti, no de Ramón, que también, pero sí de a enfermedad. Y es importante porque en este tiempo no sólo se ha oído el nombre de la enfermedad, sino que también se ha visto a las personas afectadas que la sufren, y eso es tremendamente importante porque rompe estereotipos sociales que estigmatizan, discriminan y esconden socialmente la enfermedad y a quienes la padecen. Recuerdo que no hace mucho tiempo, más bien poco, este mismo año sin ir más lejos, en un seminario en la Universidad de Granada, tuve que decir que no era una enfermedad contagiosa. La historia de Ramón, como la de cualquier otra persona que hubiese sido contada en el cine, derroca estos mitos tan arcaicos pero tan sólidos socialmente de un plumazo durante dos horas, con 300 personas en la misma sala, y a través de la empatía emocional.

Que importante es normalizar a las personas afectadas por esta enfermedad, y el cine ha servido porque la historia de Ramón Arroyo por su grandeza llamó la atención, en este caso de Marcel Barrena @MarcelBarrena, como antes lo hizo en Informe Robinson, a pie de página de este blog tienes ese documento desde hace ya algún tiempo.

La historia de Ramón es la heroicidad, y la historia de tantas heroicidades anónimas de cada una de las personas afectadas que creyendo en sí mismas intentan cambiar el curso impredecible y el pronóstico incierto de su enfermedad. La gesta de Ramón, es la gesta de todas las personas afectadas que sin salir en la tele, vencen diariamente la fatiga, la visión borrosa, los problemas de equilibrio, de marcha, de atención y memoria, de concentración.., etc. Es la historia de todas esas personas afectadas que luchan diariamente buscando horizontes lejos de la incertidumbre y cercanos a la certidumbre.
La historia de Ramón es la de tantas personas llamadas adultas jóvenes, que representan la prevalencia de esta enfermedad, que aparece justo cuando la persona está en plena madurez con la vida entera por delante, con todos los sueños a su alcance y con el futuro de lo que siempre quisieron a sus puertas. 

Siempre he dicho que admiro el valor que cada una de vosotras y que cada uno de vosotros ponéis para hacer frente a vuestro día a día, de ahí mi SuperVivientes. Hoy el Cine hará, y desde hoy para siempre, que el resto de la gente, sepa de ese valor a través de una historia que es la historia de muchos.

Querido Ramón Arroyo, te lo dije no hace mucho y hoy te lo vuelvo a decir. Gracias en mi nombre y en el nombre de todas las personas que conozco afectadas por esta enfermedad y de sus familiares.

Gracias, infinitas, y gracias por demoler la primera barrera social, la ignorancia ante la enfermedad. Desde hoy la esclerosis múltiple se conoce de puertas afuera del hospital, de la asociación, de la sala de rehabilitación, del despacho del psicólogo, del terapeuta ocupacional, del despacho de la logopeda...

Hoy la enfermedad sale de casa de cada uno camino del cine para ser vista por la sociedad.
Hoy cada persona afectada, verá parte de su historia reconocida en la gran pantalla.


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Autor del Blog y de la entrada
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 Nº Col AO 04033.
AGDEM