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miércoles, 30 de agosto de 2017

LOS LUNES EN REHABILITACIÓN CARDÍACA.

 
En esta ocasión, la entrada va destinada al esfuerzo que realizan las personas afectadas por enfermedad cardíaca, que muy lejos del estereotipo social que puedan presentar, son personas jóvenes con una media de edad de 50 años, de todos los estratos sociales, y de todas las condiciones laborales posibles, incluyendo personas desempleadas.
Personas que tras someter a su cuerpo físico a un proceso de rehabilitación cardíaca, deben comprender que la gestión emocional de todas sus inquietudes, no sólo favorecen su rehabilitación, sino que forma parte en sí de la rehabilitación para normalizar su vida pos infarto.


Rehabilitación Integral para mejorar la calidad de vida del paciente cardíaco.

Desde el año 2012 la UGC de Cardiología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, incorporó mediante un acuerdo interniveles con Distrito Sanitario Granada Metropolitano (antes Distrito Sanitario Granada) la atención psicológica para favorecer el afrontamiento emocional en pacientes que habían sufrido un evento cardíaco, a través de la figura del técnico de promoción de la salud y psicólogo, Alberto J. Ruiz Maresca.

Desde 2015, estamos evaluando en el servicio de atención psicológica del servicio de Rehabilitación Cardíaca, a través de un objetivo individual compartido, entre la UGC de Prevención, Promoción y Vigilancia de la Salud, y la UGC de Cardiología, la Calidad de Vida Relacionada con la Salud en pacientes derivados al servicio de ayuda psicológica.
En 2015, fueron derivados un total de 42 personas. En el año 2016 la cifra ascendió a un total de 62 personas y en el primer semestre de 2017 han sido derivadas ya un total de 76 personas, más que en todo el año pasado.

Los datos que obtuvimos en 2015 situaron como principales factores de riesgo en la población cardíaca derivada al servicio, los antecedentes familiares seguidos del tabaquismo. En 2016 y lo que llevamos del 2017, los antecedentes familiares y el sedentarismo son los factores de riesgo principales, lo que convierte al sedentarismo en el estilo de vida de más riesgo de la población atendida. Destacar que en 2016, el sedentarismo era compartido por la totalidad de la población asistida, que justificaban la actividad física como la actividad que realizaban en su puesto de trabajo y no como una actividad reglada en sí.
La edad media de mujeres con enfermedad cardiaca atendidas en el año 2016 fue de 55 años mientras que los hombres fue de 54 años. Se puede acceder al informe de resultados aquí.

El objetivo general de esta atención consiste en proporcionar estrategias de afrontamiento emocional y psicológico al paciente cardíaco, ya que su evolución emocional se hace especialmente duradera en el estado de negación. La etapa de negación no consiste como puede creerse en negar emocionalmente que haya sufrido un evento cardíaco. No. Negar emocionalmente supone no asumir las interferencias físicas, sociales, personales y laborales que puedan derivarse del evento cardíaco y de la patología sufrida. 

Cuando un paciente ingresa por evento cardíaco, en apenas una semana, y tras sufrir la cirugía que se requiera, está de alta en su casa. Desde ese momento, entra en una espiral de pruebas, especialistas y medicaciones que hasta ese momento no precisaba. La diferencia en la percepción de cómo se sufrió en el evento cardíaco, un infarto agudo de miocardio por ejemplo, marcará la fase de shock del paciente cardíaco. Generalmente esta fase creen cerrarla eliminando el único habito de vida que si asocian directamente como factor influyente de su patología, el tabaquismo. De forma que la gran mayoría de los pacientes cardíacos atendidos, se encuentran abstinentes, con medición de monóxido de carbono en aire expirado, desde el momento de su evento cardíaco. Cierto es que algunos nos llegan consumiendo cifras similares de tabaco anteriores a su infarto, angina, etc...

De forma que el paciente cardíaco, cree que su esfuerzo de abstinencia es su gran caballo de batalla para evitar recaer y así acelerar su proceso de recuperación, que no de rehabilitación. Dicho de otra forma, el paciente cardíaco, no cree que las enfermedades asociadas a los hábitos de vida inadecuados, no sean consideradas como factores causantes o precipitantes del evento cardíaco en sí. Por ejemplo según he recogido, la hipercolesterolemia resulta no creerse como factor determinante de un evento cardíaco, tampoco el sedentarismo, y sí el sobrepeso, la hipertensión y por supuesto la diabetes. La dentición y el insomnio son casi descartados como factores de riesgo, es decir, ni tan siquiera lo asocian.
Esto hace que la mayoría de las personas asistidas, refieran que el estrés emocional derivado de problemas personales y laboral, si sean considerados como causa influyente o determinante de su proceso de enfermedad. De ahí que su principal demanda sea cómo superar dicho estrés. De forma que este anclaje de creencias, no sólo modulan y determinan actitudes sino que son influyentes en las aptitudes y motivaciones en los procesos de rehabilitación, pues enmascara la fase de negación y que hace más lenta la evolución del paciente en su proceso de rehabilitación cardíaca.

De forma que cuesta mucho hacer ver a un paciente cardíaco en fase de negación que sus estilos de vida han de cambiar drásticamente para lograr de los mismos, su conversión de factores de riesgo a factores de protección. Esa dificultad se ancla en el proceso psicológico y emocional que viven los pacientes de mejoría tras la intervención, es como si su problema se hubiese resuelto definitivamente, tras el alta médica post infarto, angina, etc como referí anteriormente. Nada más lejos de la realidad.

Por tanto, el trabajo en fase de negación se ha de basar en trabajar psicológica y emocionalmente las interferencias sintomáticas del evento cardíaco, y no el evento cardíaco en sí. Dichas interferencias suelen ser generalizables, siendo las más comunes la fatiga, la falta de fuerza para hacer cosas y la necesidad de ayuda para hacerlas, independientemente de que hasta justo antes del evento cardíaco, podían hacer por sí solos. A esto se le suma el impacto emocional en las relaciones sexuales, tanto mujeres como en hombres.

Durante este momento de negación emocional, el paciente cardíaco se encuentra con sus primeros seguimientos en el programa de rehabilitación cardíaca. El facultativo le hacer ver la necesidad de sus seguimientos y sitúa al paciente en la realidad del proceso sufrido. El paciente por su parte muestra su adherencia a su especialista con una medicación escrupulosa según le recomendó y con un "estoy en ello" respecto a la variación de sus factores de riesgo asociados a sus estilos de vida.
El enfermero rehabilitador, por su parte, le hacer ver que todo lo asociado a los estilos de vida son factores que necesitan cambiar para poder mejorar cardiovascularmente y recuperar en la medida de lo posible, su vida. El paciente por su parte, se encuentra aquí en un estado de ambivalencia. Por una parte se hace consciente de qué cosas han de cambiar, pero por otra no cree posible que todo lo que se le pida, pueda lograrlo. Generalmente la reducción del peso. Otro apartado importante es el trabajo de la fisioterapeuta que instruye en una respiración diafragmática para comenzar a combatir la ansiedad derivada de todo el proceso y para mostrar cómo adquieren un mejor rendimiento ente los esfuerzos diarios. Y todo esto gestionado con u servicios de citas que permite contabilizar el número de personas, mediante el trabajo de la secretaria del servicio, que desde el servicio de rehabilitación cardíaca derivan al servicio de atención psicológica.

Como paciente cardíaco, este es itinerario que por el que han de pasar para poder llegar finalmente a la derivación al servicio de apoyo psicológico del servicio de rehabilitación cardíaca. ¿Un psicólogo? ¿para qué necesito yo eso? - suelen decirle a los compañeros ante la derivación -

De forma que, generalmente antes de iniciar la ansiada rehabilitación cardíaca, el paciente llega a mi.
Nuestra primera toma de contacto es medida. El paciente cardíaco por su parte me evalúa como diciéndose qué me va a contar y qué no. Mi entrevista con el o ella pasa por descubrir qué le ha ocurrido, pues para mi es necesario que el paciente escuche lo que no quiere oír. ¿qué te ha pasado? suelo preguntarle, cómo que ¿qué me ha pasado? suelen responderme. Finamente escucho su diagnóstico y hago una historia de hábitos de vida, para finalizar preguntando; y emocionalmente ¿qué te ha supuesto esto a ti? Es aquí donde la persona entiende que pese a sus esfuerzos de aparentar estar bien, bien del todo, no está. Nuestra primera entrevista finaliza con 20 minutos después logrando que el paciente cardíaco logre sentirse escuchado empáticamente y comprenda que factores emocionales pueden estar interfiriendo y por qué en su mejora real. Eso último se hace normalizando, que tras un infarto, una angina, una insuficiencia, etc, estar emocionalmente así es normal, pero que habrá que trabajarlo. La persona ha de comprender que la rehabilitación cardíaca es integral y que mejorar sus condiciones físicas, pasa por mejorar su estado emocional. Allí es donde nos encargamos de alinear esos dos componentes.

Evaluamos la resistencia a creer que los estilos de vida, alimentación actividad física, sean realmente considerados como parte del tratamiento que el servicio de rehabilitación cardíaca le ha pautado. Caminar 8 km diarios, perder peso y alimentarse saludablemente evitando las grasas, fritos, sal, y aumentando en definitiva lo que es desde el punto de vista alimenticio saludable para todas las personas, cardíacas o no, son recomendaciones a las que se ha de adherir para siempre, igual que se adhiere a su farmacología, ya sabemos "suela de zapatilla, la mejor medicina"
De forma que intentamos relacionar los factores asociados principalmente a cusas ansiógenas o depresivas, que se anclan en la idea del miedo a que vuelva a pasar o a que se ha dejado de ser la mima persona. Saber si una persona puede mejorar en la modificación de sus estilos de vida reduciendo el componente ansioso o depresivo es imprescindible.

Y de todo esto se programa una intervención basada en el afrontamiento emocional y psicológico de los procesos de enfermedad crónica, incluyendo la idea en sí, de no volver a trabajar en algunos casos. Este programa de intervención se suele hacer grupalmente, en algunos casos, individualmente en otros, y no sobre todas las personas derivadas, sino sobre aquellas que están ancladas emocionalmente. Explicar qué comportamientos pueden explicar que emocionalmente no se está bien, ayuda mucho a comprender el impacto emocional del proceso. Por tanto, hacer ver que la irritabilidad, la irascibilidad, el aislamiento social, los problemas de comunicación y la evitación de relaciones sexuales, bajo la idea de no sentirse comprendido en su proceso, o creer que puede estar suponiendo o un problema para los suyos, o simplemente no verse igual que antes psicológicamente, requiere que la persona con el evento cardíaco pueda identificarlo para corregirlo. Igual que precisan comprender que la ansiedad interfiere no sólo con la falta de aire o sensaciones de mareo, o con la opresión del pecho, tan temida y que tantas veces les ha llevado a urgencias para acabar con una pastilla sublingual. Se requiere por tanto instruir al paciente cardíaco en la sintomatología que más interfiere, ya no solo en su vida diaria, también en su proceso de rehabilitación cardíaca, para poder desplegar las estrategias de afrontamiento emocional y psicológicas ante los procesos de enfermedad crónica.

Todo el trabajo realizado sobre el paciente cardíaco tiene la finalidad de lograr un seguimiento adecuado de su patología cuando es considerado de bajo riesgo y por tanto recibe el alta en el servicio de rehabilitación cardíaca, tras su prueba de esfuerzo. Es por tanto imprescindible conocer y saber derivar por parte de todos los profesionales, a todos los recursos de atención primaria que puedan ser útiles para el paciente, y que sin duda alguna lo son, pues como ninvel asistencial potencia la promoción de la salud. Así el consejo dietético intensivo, la deshabituación tabáquica, y la participación en la estrategia Gruse, entre otros, son recomendaciones que como técnico de promoción de salud en atención primaria de salud, ofrezco a la persona para una mejor rehabilitación integral y completa.

Y todo esto es posible ejecutarlo gracias a la implicación y colaboración de todas las instituciones implicadas, a todos los niveles, y a las que quiero mencionar, Distrito Sanitario Granada Metropolitano, UGC de Cardiología del Hospital Universitario San Cecilio y UGC de Prevención, Promoción y Vigilancia de la Salud y al Servicio de la Salud. Instituciones todas que cediendo cada una un poco, han logrado mejorar, a mi juicio, la intervención final que recibe el paciente cardíaco.



Servicio de Prevención Secundaria y Rehabilitación Cardíaca.
Hospital Universitario San Cecilio,
Distrito Sanitario Granada Metropolitano
UGC de Prevención, Promoción y Vigilancia de la Salud.
Alberto José Ruiz Maresca.
Técnico de Promoción de la Salud.
Psicólogo General Sanitario


miércoles, 9 de agosto de 2017

LECCIONES DE FELICIDAD

De forma constante estamos invadidos por cómo podemos llegar a ser felices, como si serlo o no serlo, dependiese de la imagen vista y del mensaje o eslogan usado.

Y ese entusiasta post, por denominarlo de forma general, que nos llega a nuestras pantallas, nos puede presentar en ocasiones un mensaje en sí, generador de todo, menos de felicidad. Si analizamos con detalle los mensajes, vemos que "llegar a ser felices" es propuesto como una meta a alcanzar, como si tuviesemos que cumplir un objetivo vital y alcanzarlo o no, nos generase la ansiada felicidad o en su defecto la temida infelicidad. Nos piden algo así como vivir para ser felices, cuando el mensaje, tendría que ser un poco diferente, vive y si puedes ser feliz....

Además muchos post, tienen como único interés, no el mensaje lanzado, sino intentar cuantificar el número de veces que ese mensaje es calificado de la forma de que sea por otra persona distinta, ya sea con me gusta con corazoncillos, según la red social en la que recibamos el mencionado mensaje. Así que el interés real está en saber si el remitente genera o no influencia en el resto de destinatarios, algo a mi juicio personal, sesgado y subjetivo, es ya en sí cuando menos, excesivamente pretencioso.

Pero sigamos con la felicidad. De forma que leyendo tantos post utopicamente felices, somos cada vez más conscientes de nuestro estado real de felicidad o infelicidad. Y somos nosotros mismos y nadie más, quienes conocemos realmente nuestro estado vital de felicidad o frustración. Un mensaje idealista puede generar un efecto contra producente en depende qué destinatarios. Hay muchísima gente que idealiza la felicidad desde su propio estado real de felicidad, es decir, mucha gente se siente ya feliz y ante la lectura de esos mensajes, la influencia del mismo no es desearle otros estados de felicidad, sino apreciar el que ya tienen y disfrutan.

Pero en muchas ocasiones, los mensajes de cómo ser feliz, en siete claves, o diez o tal vez cinco, depende quién mande el mensaje, genera un efecto bumerang que repercute negativamente en la persona que vitalmente no se siente feliz. Ese mensaje, lejos de generar esperanza, pude aumentar la frustración de la persona que ya se siente infeliz, y lejos de motivar acciones para cambiar su estado, generan mayor hundimiento personal y emocional al no saber por ejemplo, cómo lograr esos alcanzar esos idealizados cinco pasos que el mensaje feliz nos envía.

De forma que, un eslogan es sólo eso, una frase que muchas veces, la inmensa mayoría por no decir todas, sólo te dice algo, de forma llamativa, para que tu atención se fije, pero escasamente te informa de cómo lograr ese algo que propone. Y en esas escasas veces que te dice cómo tendrías que hacer para ser feliz, no te dice, como si un manual de instrucciones se tratase, si has de hacerlo partiendo de tu estado ya de felicidad o de infelicidad y abatamiento. Es decir no nos informa de si el mensaje es sólo para unas personas o para todas, y así pese a tus intentos de salir de ese estado infelicidad, hundimiento o infelicidad en definitiva, llegar a realizar tan sólo cinco pasos es algo imposible, lejano y casi irreal.

Aumentar la frustración por intentar ser feliz y no lograrlo es lo mismo que aumentar la infelicidad en las personas que se sienten ya de por sí infelices.

Los mensajes y sus fotos, han de ajustarse, como todo en la vida, a la realidad de cada cual para que cada cual pueda ajustar su expectativa a lo que quiere lograr con el mensaje recibido. Esto es un círculo en espiral, un vértice, que no necesariamente hace coincidir el origen con el final. Y esa espiral, puede hacerte ascender o descender.

De forma que podemos ser felices aún sintiéndonos vitalmente infelices. Sí es totalmente cierta esta afirmación, y no, no se precisa una barita mágica para lograrlo. La felicidad no es la meta a lograr, no podemos vivir para llegar a ser felices, porque puede ser que cuando llegues, toque dejar de vivir.
 
La felicidad, es el camino que recorremos, a veces viviremos y seremos felices con pequeñas cosas, por ejemplo no sentirse mal, y otras veces, el camino que recorras no te aportará felicidad, pero eso no significa que tengas que renunciar a ella por estar tan tan lejos que.... No se puede descartar la felicidad de los estados de infelicidad y viceversa.

Por eso, hay gente que es infeliz teniendo las condiciones vitales para ser felices. Cuando conocemos casos como esos, intentamos ponernos en su lugar "yo si fuera él o ella, con lo que tiene ..." y nos imaginamos felices en base a nuestro estado real, que hemos abandonado por compararnos, pero que hasta el momento de la comparación, nos hacía felices absolutamente.
A su vez, hay otra mucha gente con condiciones vitales muy difíciles que viven bajo estados de felicidad. A veces incluso, cuando vemos imágenes de estas últimas nos proyectamos nosotros mismos en el pensamiento diciéndonos "no necesitamos tanto para ser felices" e idealizamos por ejemplo que vivir alejado del mundanal ruido, de las redes sociales, rodeado de naturaleza y paisajes indescriptibles, sería suficiente para ser feliz.
Incluso en Navidad, cuando el sorteo no coincide, la salud nos dará la felicidad que la lotería nos ha arrebatado. Y sí; realmente te sientes feliz, en ese justo momento de frustración al ver que tu número no tiene premio, pero viendo que un año más, te ilusionaste con una felicidad idealizada.

De forma que la felicidad no es algo intangible, lejano y etéreo, todo lo contrario. Pero para sentirse feliz, tenemos que apreciar el momento en sí. Saborear tu comida preferida te hace feliz, y no todo el mundo puede decir eso mismo de ese estado puntual tuyo de felicidad. Dormir placenteramente la siesta te hace feliz, y no todo el mundo puede decir lo mismo de ese estado puntual de felicidad. Y así con tantos momentos como situaciones vivas. Incluso, podemos ser felices ante la muerte.

En ocasiones, podemos sufrir ante la pérdida de un ser querido por la idea real de pérdida, ya nunca más estará con nosotros, pero podemos también elaborar un sentimiento de ambigüedad al suponer que con su muerte, dejó de sufrir. Y ese sentimiento de ambigüedad ha generado un resquicio de felicidad en ti, al saber que la personas que has perdido, ya está tranquila "a veces lo mejor para uno, es lo peor para los demás" Y acabarás siendo feliz pese a la ausencia de dicha persona, recordando los momentos elegidos por ti para rememorar y revivir esos estados de felicidad.
De forma que idealizar la felicidad con mayúsculas como algo utópico, difícil de alcanzar y sobre todo como un estado ajeno al sufrimiento, es para mi un error, que nos obliga a ser felices, pero que no nos deja apreciar y vivir la felicidad. Como todo en la vida, la felicidad es un estado único e intransferible, asociado a cada persona y las circunstancias vitales de cada persona. No hay una receta general para ser feliz, y por supuesto la felicidad no depende de un planteamiento estandarizado de vida. 
Supongo que mucho de lo escrito, o la totalidad, generará discordia y confrontación. De forma que te invito a comentar lo que piensas sobre tu propio estado de felicidad.

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Autor del Blog y de la entrada
Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 Nº Col AO 04033.
AGDEM
Granada, España.