Translate/Traduce.

lunes, 1 de junio de 2015

TAL VEZ

Buenas tardes hoy es lunes.

Quizás me equivoque, quizás no. Tal vez si, puede que sí.


Estoy absolutamente convencido de las capacidades que las personas tienen para hacer frente a las adversidades de la vida. Ese convencimiento, me llevó a superar retos y plantear retos a otras personas, retos, que acercaban lo lejano, que hacían posible lo imposible, siempre con el esfuerzo que supone aprender a creer cuando lo único que sabemos es dudar. Dudar del mundo, del futuro, de la gente y de uno mismo.

Esas capacidades están presentes en la persona, a veces se pierden por desuso, otras por la propia enfermedad, Sin embargo, nuestro cerebro sigue sabiendo cómo hacer lo que nuestro cuerpo por algún motivo se vio obligado a guardar en su armario de recuerdos, de recuerdos que crean nostalgia de lo que hacíamos, de lo que éramos y de cómo vivíamos.

Pero es tu cerebro y tu mente, tú en definitiva quien tiene esa capacidad, esa inteligencia y ese aprendizaje. De forma que si el cuerpo tuviese la oportunidad de volver a realizar aquello que nuestro cuerpo guardó en ese armario de nostalgia, sería posible apenas sin esfuerzo, volver a hacer aquello que creíamos perdido; tan sólo porque la capacidad no se perdió. Sin lugar a dudas, la capacidad está, a pesar de creer otra cosa.

Pero nos basamos en lo que vemos, para aquello que queremos. Y hemos visto con el tiempo, todo aquello que hemos ido perdiendo, aquello que hemos tenido que ir dejando y aquello que nos resistimos a perder. Y claro tanta pérdida no hace sino dibujar una imagen de ti diferente a la que tenías antes de perder tanto. Tu mente anclada en la pérdida no es consciente de aquello que has podido ganar. Y sé, se que me dirás que desearías haber no ganado nada (osea perder) a perder todo lo que has perdido (nuevamente pierdes).

No es un trabalenguas es una reflexión en voz alta de lo que supone para tu mente sumirte en un mar de pérdida sin nada a cambio, de forma que has pasado de las capacidades a la incapacidades, de la potencia de ti mismo, a la impotencia, de la voluntad por hacer a la involuntariedad de tus actos (pues no queda más remedio), de la competencia a la incompetencia y de la fertilidad a la infertilidad de tus emociones, pasiones y sentimientos. Tu mente se está acostumbrando a perder, porque más allá de lo posible tan sólo contemplas lo imposible.

¿Realmente crees no haber ganado nada? No des respuesta justificando tus perdidas, o prefiriendo otra realidad. Intenta ser honesto contigo y respóndete qué has podido ganar por estar afectado de esclerosis múltiple. Cuando logres oír de tu propio pensamiento, de ti misma o de tí mismo esta respuesta, entonces tu mente se volverá ganadora, y crecerá en la competencia.

La competencia no es más que aquello que te hace competente para algo, para lo que sea. Desde que fuiste diagnosticada, diagnosticado por esta enfermedad, tu competencia, tu aprendizaje, tu inteligencia y tu capacidad creció enormemente para poder adaptarse física y emocionalmente a este guantazo que la vida te ofreció sin elegirlo, sin merecerlo. 

Pero entre tanto poder, entre tanta fuerza que pusiste para superar aquello que nadie te enseñó, tú sólo viste lo que perdías y tu cerebro aprendió a avisarte, como si de un loro o cacatúa se tratase, de aquello que perdías, y tu mente, por repetición se volvió perdedora. ¿Lo eres realmente?

Es hora de crecer en el poder que hallas dentro de ti. Es tiempo de dar significado no a lo que se quedó en el camino, sino de aquello que te acompaña en tu trayecto. Es el momento de hacer ver a todas y a todos, empezando por ti, que nadie, que nada podrá arrebatarte aquello con lo que naciste, tu esencia, tu personalidad, tu capacidad para sorprender a todas, a todos, empezando por ti.

Lo sé, sé que estás cansado, cansada, de que te digan que has de luchar, pero tal vez estés cansada o cansado, porque siempre lo hiciste desde la pérdida y no desde la competencia. Además, si nadie nunca te hubiese diagnosticado de esta enfermedad, y nunca cayeses enferma, enfermo, para así poder vivir la vida que quisieras, ¿acaso no lucharías para vivir?


Puede que sí. Tal vez esté equivocado. Pero estoy absolutamente convencido del poder de la Persona para vivir, para vivir a pesar de todo, de todas y de cualquier circunstancia. Convencido de la Persona para admirarse a si misma, a si mismo por todo aquello con lo que puede.




Te animo a dejar tu comentario sobre esta entrada.

Comparte esta entrada, genera conciencia social

#contralaesclerosishazteoir

 ¿Quieres enviar tu historia? Aquí




Autor del Blog y de la entrada.
Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 Nº Col AO 04033.
AGDEM
Granada, España.