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lunes, 6 de abril de 2015

EL SENTIMIENTO DE CULPA

La Culpabilidad



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Siempre que creas tener motivos suficientes para sentirte culpable, has de recordar que no tuviste posibilidad de elección. Nadie te dijo si querías tener o no esclerosis múltiple.

El sentimiento es aquel componente subjetivo que elaboramos de forma inmediata a una emoción 

Existen cuatro emociones básicas, emociones, que percibimos todos y que cada uno sentimos (sentimientos) de forma diferente según sea nuestra valoración psíquica y subjetiva de la situación, que o bien ha dado lugar a la emoción, o bien ha generado una. Dentro esas emociones básicas, encontramos la Ira, la Alegría, el Miedo y la Tristeza. 

La forma en la que cada persona elabora el componente cognitivo y mental de cada una de estas emociones es lo que conocemos como sentimientos. Por eso la forma de sentir nos hace a cada cual diferente de los demás, aún emocionándonos ante la misma situación, y a un más con la misma emoción, por ejemplo la alegría. El afecto, es el componente resultante, es la forma en la que interiorizamos y compartimos, primero las emociones y después su sentimiento resultante.

De forma que a pesar de tener un conjunto de cuatro emociones básicas, tenemos un sin fin de sentimientos asociados a las mismas, a veces, tantos como nos hagan falta. El sentimiento de culpa o culpabilidad es uno más, entre tantos.

Sin embargo, el sentimiento de culpa está asociado de forma irremediable a una emoción y un sentimiento (pensamiento asociado) de naturaleza negativa. Usamos la culpa para valorar que algo hemos hecho mal, y esta connotación es no sólo religiosa, sino también moral desde el punto de vista de los valores y principios de la sociedad. De forma que es muy difícil sentirse "culpable" cuando atribuyes dicho sentimiento a una valoración positiva. Tanto es así que nos cuesta imaginar sentirnos culpables cuando hemos contribuido, por ejemplo, a que un amigo nuestro salga a delante de un apuro.

Pero ¿por qué elaboramos la culpabilidad?


El sentimiento de culpabilidad lleva asociada de forma irremediable una valoración negativa sobre sí misma, sobre sí mismo, de ahí que seas capaz de identificar tu culpa. Es un juicio de valor sobre ti misma, sobre ti mismo, que a veces recae por parte de otras personas. Sin embargo, es más frecuente sentirse culpable, que aceptar la culpa real por parte de otros. En este caso, no es tan claro, cuándo los demás intentan hacernos culpables y nosotros, por otro lado, no nos sentimos como tales. En esta ocasión derivamos el sentimiento a una emoción de ira, que a su vez asociará los sentimientos de impotencia, rabia, irritabilidad etc.

Nos centraremos en el primer caso, cuando nos sentimos culpables por una valoración negativa propia, sentenciándonos a nosotros mismos. El sentimiento de culpabilidad, lo vamos a valorar como consecuencia de una situación derivada. Es decir necesitamos primero una situación que nos pueda hacernos sentir culpables. En el caso que Paula describió en su blog, Unadecadamil, la situación que generaba el sentimiento asociado de culpabilidad era el anclaje emocional en el pasado. Es decir; pasar de aportar haciendo cosas en casa, a ver cómo otras personas las hace sin que nosotros podamos aportar todo aquello que queramos aportar. Esta situación de anclaje, asocia tres emociones posibles.

La Ira por no poder hacer lo que hacíamos. La Tristeza por ser conscientes de no poder hacer lo que hacíamos. El Miedo por dejar de hacer lo que hacíamos, estando cómo estamos, que es lo mismo, que pensar ¿cómo estaremos? Sin embargo, una emoción pasa totalmente desapercibida, La Alegría, por comprobar, en este ejemplo, que quienes nos quieren están ahí.

En esta constelación emocional con sus consecuentes sentimientos, la emocionalidad negativa es la prioritaria y por tanto, el sentimiento de culpa aparece con alta intensidad enmascarando cualquier otro sentimiento y emoción. Pero para sentirte culpable, es preciso el reconocimiento de la culpa, es decir es preciso reconocer que algo se está haciendo mal. En el caso expuesto, no hay una culpabilidad explícita y por tanto el sentimiento se elabora por el rol que se ocupa desde el momento del diagnóstico. No poder afrontar de forma emocional las interferencias de cada síntoma asociado a la enfermedad, hará que el sentimiento de culpa sea recurrente por el anclaje emocional referido antes. Eres tú quien aporta, la persona. Dicha aportación está basada en lo que tu representas, no en función de lo que aportabas antes (sé que es difícil verlo y comprenderlo, pero es la clave de todo), y esa representación generará en ti autoestima y bienestar emocional. No hacerlo, no poder hacerlo, no poder aportar por la pérdida de mi representación y por tanto por la representatividad de la enfermedad en mi, generará frustración intensa, muy intensa, sí, pero no es culpabilidad, y esto es importante saberlo y reconocerlo.

De forma que para valorar si nos sentimos "justamente" culpables haz la siguiente prueba de realidad. Invierte la situación. Supón que es tu pareja, tu mejor amigo, tu hermano, etc, y no tú, quien padece el diagnóstico. ¿Entenderías que se sintiese culpable? En esta situación, ¿harías tú lo mismo que hacen contigo?

Una vez respondida esa pregunta, y si aún no tienes suficiente para aliviar ese temido sentimiento, hazte la pregunta siguiente ¿tienes tú la culpa de tu enfermedad? ¿pudiste elegir?.

El sentimiento de culpa ha de estar asociado de forma irremediable a la identificación de un error, y además dicho error ha de tener repercusión sobre uno mismo, o sobre terceras personas.

A las personas que vienen a verme por estar afectadas de esclerosis múltiple, les suelo decir, "siéntete culpable cuando tengas capacidad de reacción, y te rindas antes de tiempo, hasta entonces, valora cada esfuerzo que haces por adaptarte, aprender y aportar a los demás en otra circunstancia vital". A eso le sumo mi frase favorita. "Eso es lo que Tú me dirías a mi si la situación fuese a la inversa" Seguro.


Espero haber sido de ayuda. 

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Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 Nº Col AO 04033.
AGDEM
Granada, España.





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