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miércoles, 18 de marzo de 2020

#QuédateEnCasa. #Día5. NO HE PODIDO ACOMPAÑAR A MI FAMILIAR INGRESADO.

La situación que estamos viviendo es tan imprevisible, que como estamos viendo, cambia sin apenas darnos tiempo para adaptarnos totalmente a esos cambios y esto hace que no podamos en muchas ocasiones, mentalmente nos mostramos resistentes a creer que lo que está sucediendo, nos está sucediendo a nosotros mismos.

Y entre tanto cambio es posible que una de las situaciones que más angustia nos esté provocando, es la de que algún familiar nuestro haya sido puesto en aislamiento. 

Esta situación en sí, ya es generadora de angustia, al no poder tener control sobre el estado en sí de la persona, que además se ve agravada por la gran incertidumbre sobre qué novedades comunicarán, cómo y cuándo. Y no sólo eso, es muy posible que esa angustia y estrés emocional, sea de una muy alta intensidad porque seamos conocedoras que nuestro familiar en aislamiento es un paciente en riesgo, por su edad, por sus patologías previas, etc...

A esto se le va sumando, la sobre-información y las noticias que a día de hoy, tenemos sobre fallecimientos de personas aparentemente sanas. Esta sobre exposición a la información no hace sino aumentar nuestro miedo, nuestra angustia y nuestro estrés emocional, lógico y natural, dada la situación.

También puede darse la situación, de que hayas perdido a un ser querido como consecuencia de este virus. 
Y en situaciones de pérdida, culturalmente, hemos aprendido a estar siempre con las personas a las que queremos para despedirnos de ellas y cerrar página. El entierro y la incineración, es una última despedida que abre nuestro sufrimiento, y da lugar a que se pronuncie sin miedo y no sentirnos cohibidos. 
Las lágrimas y el dolor, se expresan generalmente por todas las personas, y nuestro cuerpo y nuestra mente, pese al dolor emocional que quedará posteriormente, puede hacer frente a esa situación tan traumática y dolorosa a través de la canilización y exteriorización de nuestras emociones contenidas.

La situación tan excepcional que estamos viviendo, impide que esa despedida final se lleve a cabo aumentando el sentimiento de aflicción y dolor que se siente. aumenta también el sentimiento de culpa por no haber podido hacer más y a veces injustamente crea un sentimiento de culpa muy profunda por no haber podido decirle todo lo que queríamos y sentíamos.

El #Duelo, ha de vivirse y expresarse, por eso es necesario comprenderlo en sus diferentes fases. Es muy posible, como lector de este blog, que ya te hayas enfrentado a tu propio duelo en circunstancias anteriores a estas. Y digo esto, porque la naturaleza en la que se vive, la pérdida irremediable del para siempre, nos ayuda a comprender cómo afrontar el duelo.

Pero siguiendo la naturaleza de los motivos de esta vuelta al blog, y lejos de que esta entrada se convierta en una clase de qué es el duelo y cómo afrontarlo, voy a proporcionarte una estrategia que te será útil para canalizar tus emociones en esta primera fase del duelo, y que en algunas ocasiones, hemos trabajado ya anteriormente. 

Antes de ponerte con esta técnica, decirte que es posible que lo pases regular emocionalmente porque el objetivo es ayudarte a elaborar una posible despedida, que precisamente es lo que no se ha tenido.

  1. Antes de empezar es importante que elijas el momento apropiado para sentarte a escribir.
  2. Vas a intentar escribir una carta de despedida. Si la que escribes en un primer lugar, no satisface del todo tu necesidad, no te preocupes, puedes escribir tantas como necesites.
  3. No tienes límite de tiempo, como en la estrategia que te di hace dos días.
  4. Lo más importante es que todas las frases de esa carta se inicien de la misma manera, por ejemplo, si hemos perdido a nuestro padre, sería: Querido papá....
  5. De forma que todas las frases se iniciarán con Querido o Querida más el nombre de la persona a la que te quieres dirigir, su mote, la forma común en la que tú le llamabas.
  6. Expresa todo aquello que te gustaría decirle. Es muy posible que al poco de iniciar la carta te pongas a llorar. No te preocupes, es lógico y normal, además de ser parte del objetivo de esta estrategia, exteriorizar las emociones que se hacen plenamente conscientes a través de la carta.
  7. Finalizada la carta, puedes hacer con ella lo que desees, te pertenece a ti. Hay quien desea leerla en voz alta a los suyos. Hay quien espera para leerla a la persona perdida. Hay quien la entierra o la destruye y la mete en un macetero... La opción que elijas es válida, porque también hay gente que decide guardarla al lado de una fotografía. Tú eliges.
La técnica no tiene como objetivo neutralizar el duelo, sólo el de ayudarte a expresarte emocionalmente en su proceso.

Espero que te sea de ayuda, y si eres una de esas tantas personas que ha perdido a un familiar por la pandemia y el Covid-19, sólo me cabe expresarte mi más sinceras condolencias. Es posible que no te conozca de nada, pero supongo, que en una situación similar, me gustaría recibir algo así, da igual de quien provenga, alguien en un mundo conectado, se acuerda de mi dolor.

Un saludo, mucho ánimo y mucha fuerza.


 #QuédateEnCasaDía1        #QuédateEnCasaDía2






#QuédateEnCasa #YoMeQuedoEnCasa
#Día5
#DueloenAislamiento
#EnfermedadCrónica
#EsclerosisMúltiple



 

Autor del Blog y de la entrada
Alberto José Ruiz Maresca.
Psicólogo General Sanitario
NICA 24045 Nº Col AO 04033.

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